martes, 29 de abril de 2008

Madrigal triste

I

¿Que me importa de tu cordura?

!Sé bella! !Y sé triste! Que el llanto

le da a tu rostro cierto encanto,

cual la lluvia a la flor la frescura,

y el rió al paisaje otro tanto.

Te adoro cuando de tu frente

acaba de huir la alegría,

cuando tu alma se torna sombría,

porque se cierne en tu presente

la negra nube de algún día...

Cuando tu pupila florece

con una lágrima quemante,

y a pesar de mecerte al instante

en mis brazos, tu angustia parece

el estertor de un agonizante.

Yo aspiro -!esencia divina,

himno profundo, delicioso!-

tu sollozo en que el llanto culmina

y su corazón ilumina

como un cristal maravilloso.

1 comentario:

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

Este Portafolio Virtual está en cosntrucción, le faltan muchos porductos del proceso, como las preguntas generadoras, el glosario, la aproximación analítica..etccc